Somos todos loteros de ventanilla. Tenemos las mismas inquietudes y problemas que el resto de compañeros
“Somos todos loteros de ventanilla. Tenemos las mismas inquietudes y problemas que el resto de compañeros”
El Boletín entrevista a Borja Muñiz Urteaga, nuevo presidente de ANAPAL y responsable de la Administración de Lotería número 5 de Gijón. Descubrimos las inquietudes y nuevos proyectos que este administrador, con 28 años de profesión en la gestión de su negocio, tiene para la Asociación.
Has asumido hace poco la presidencia de ANAPAL. ¿Qué supone para ti esta responsabilidad?
Siempre me ha gustado la responsabilidad, pero este es, sin duda, mi mayor reto: estar al frente de un gran grupo de administradores y administradoras de lotería de este país, que es una profesión que yo amo. El momento es muy complicado, sí, pero asumo el reto con mucha humildad, muchas ganas y con gran ilusión.
Muchas personas no saben que los miembros de la Junta sois también loteros, como el resto de los profesionales de las administraciones. Cuéntanos, ¿Cómo te organizas para atender a tu negocio y a la asociación?
Claro que somos todos loteros y somos loteros de ventanilla, desde el lunes hasta el domingo. Tenemos las mismas inquietudes y problemas que el resto de compañeros y me cuesta mucho entender cómo hay gente que piensa que no somos loteros y no conocemos nuestra realidad. En mi caso, mi dedicación empieza como tantos otros compañeros, a las 6 de la mañana cada día de la semana (Ios 7 días) y termina, como pronto, a las 9 de la noche. Atiendo mi negocio en la ventanilla, hago repartos cuando corresponde y estoy muy encima porque para mí es un orgullo de negocio. Además, tengo dos hijos que, lógicamente, también requieren de mi atención y que yo se la doy encantado y feliz. Me organizo como puede organizarse cualquier padre de familia de este país y procurando dejar un poco de tiempo para todo.
¿Qué opina tu familia de que dediques tanto tiempo ‘por amor al arte’ a defender los intereses de los loteros?
Mis hijos, Emma y Mateo, me conocen bien y saben que lo hago con verdadera devoción. Además, ellos lo ven como un orgullo. Están contentos de mi responsabilidad porque saben que para mí es muy importante y saben que me gusta lo que hago y que disfruto con ello.
¿Qué objetivos te has marcado para los próximos años en ANAPAL?
Los objetivos son muy concretos. En primer lugar es vital una mejora económica para los puntos de venta, así, con mayúsculas y en negrita. Necesitamos que llegue una mejora del beneficio para las administraciones de lotería y que sea ya. En segundo lugar, es muy importante una mejora en el aspecto digital, que es fundamental para nosotros. Necesitamos encuadrar todo el aspecto de venta digital dentro de un marco legal definitivo y no estar en un limbo que no favorece a nadie. Eso sí, este marco debe de ser bilateral y todos debemos ceder algo para poder garantizar un futuro estable. Si esto no se consigue, todos podemos perder.
ANAPAL viene reivindicando desde hace mucho una mejora de los beneficios para los loteros, ya que muchos de los compañeros están en una situación delicada. ¿Crees que SELAE será receptivo?
Yo creo que SELAE, en estos momentos, está empezando a ser consciente de nuestra realidad, y es posible que eso se traduzca en una mejor disposición por su parte para atender a nuestras peticiones. Para ello venimos luchando desde hace tiempo y lo haremos cada día hasta que lo consigamos. Que nadie tenga duda de ello y que nadie permita información contaminada que lo único que pretende es nuestra destrucción.
¿Y el catálogo de juegos? ¿Habría que modernizarlo?
Sin duda hay que darle una vuelta de tuerca a los juegos. Pienso que sería conveniente añadir un juego nuevo y es conveniente mejorar los actuales porque la oferta está quedando, poco a poco, obsoleta. Nuestro público necesita ver cosas nuevas para poder ilusionarse de nuevo con nuestros productos. Algunos de ellos han perdido tracción.
¿Cuántos años llevas tú al pie del cañón en tu administración? Porque tenemos entendido que son ya varias generaciones las que han regentado tu negocio. Cuéntanos brevemente tu historia.
Mi administración es la 5 de Gijón (Asturias) y llevo 28 años al frente de ella. Empezó con mi abuela materna en 1942 y, desde entonces, está abierta ininterrumpidamente. Son muchos años vendiendo ilusiones e intentando mejorar para poder ofrecer un servicio de calidad. A veces se consigue...
¿Cómo te llegó el gusto por la Lotería?
Mi familia siempre fue lotera. Primero mi abuela, luego mi madre, mi padre, mis hermanos y yo, que soy el pequeño, veía en casa hacer las devoluciones de manera diferente a como se hacen ahora: Recuerdo ir a Hacienda a llevar los sobres de la devolución, a mi padre ordenando décimos premiados en casa… Todo era mucho más cercano y más artesano. Ahora todo eso ha cambiado pero yo le he cogido el gusto a base de vivirlo en primera persona y, ahora, es mi pasión. Creo que tenemos un oficio maravilloso.
Define en una frase lo que supone para ti ser profesional de la Lotería.
Lo defino rápido en 3 palabras: “Vendedores de ilusión”.
¿Y lo peor de tu oficio?
Lo peor es la excesiva responsabilidad que tenemos a cambio de una retribución que no corresponde a tanta carga. Necesitamos equilibrar este punto y necesitamos hacerlo pronto porque se está cometiendo una enorme injusticia.
¿Crees que sois bien valorados por la sociedad?
Sinceramente creo que sí. Siempre hay garbanzos negros, pero en general somos un gremio bien valorado cuando se nos conoce. Insisto en que vendemos ilusión y eso hace que la gente nos vea con una sonrisa de esperanza. También es cierto que hay mucho desconocimiento hacia nuestra profesión, desde fuera e incluso, sorprendentemente, desde dentro.
Seguramente habrás repartido algún premio. ¿Qué recuerdas de ese día?
No hemos repartido ningún premio de los que se consideran importantes. Esa es mi gran meta, el gran reto, es lo que me falta. Siempre hemos repartido premios más pequeños, y ya aquello era una alegría tremenda, por lo que imagino que repartir un ‘Gordo’ de Navidad debe ser alucinante y espero poder tener esa sensación algún día. Este año me quiero poner la camiseta. Ahí lo dejo...
¿Cómo es tu relación con los clientes?
Llevamos una relación amistosa y casi familiar porque son muchos días y a lo largo de muchos años. Hay que tener en cuenta que nuestros clientes, a diferencia de otros negocios, repiten casi todos los días y si no, todas las semanas. Llega un momento en el que casi los ves más que a tu propia familia y siempre tenemos con ellos unas palabras. Ellos lo agradecen y nosotros también.
¿Cómo es tu relación con el resto de los miembros de la Junta? ¿Qué esperas de ellos?
Es muy buena y espero de ellos lo que sé que me van a dar, que es lo mejor. Los conozco perfectamente y desde que llegué a Anapal fui acogido de una forma fantástica y con muchos de ellos ya sobrepasa lo profesional para llegar a la amistad. Trabajamos muchas horas juntos, estamos en permanente contacto y al final nos conocemos muy muy bien. Estoy muy orgulloso de todos y cada uno de los miembros de la junta. Son enormes profesionales y su implicación no puede ser mayor.
Se acerca el Sorteo Extraordinario, el que todos esperamos con emoción. ¿Cómo crees que irá?
Irá muy bien,como siempre, y cargado de mucha ilusión pero a la expectativa de si habrá público o no. Ojalá que pueda haber público dentro del Teatro Real. Es un día muy especial para todos los administradores de lotería y esperamos que los que den premio disfruten de ese día como lo merecen. Trabajamos mucho para ese día.
¿Cuál es el reto más difícil para el colectivo?
El más difícil, que no el más deseado, es poder ajustar la normativa para que podamos tener una digitalización eficiente para todos los puntos de venta. Esto es muy importante pero igual no todo el mundo lo ve con claridad porque ahora mismo no afecta al 100 por 100 de los puntos de venta ya que no todos están digitalizados. Es muy importante y es un camino de muy largo recorrido que habrá que trabajar muy duro. Quien no quiera ver esto, no puede ver el futuro. Necesitamos que, de una vez por todas, el marco digital quede totalmente claro y que podamos trabajar sin incertidumbre. Esto es necesario para todos y es absurdo que en el año 2021 estemos así. Insisto que es el más difícil, pero no el más deseado. Son dos cosas diferentes
¿Y tú deseo para el futuro próximo?
Que nuestra profesión siga trabajando en unas condiciones óptimas (económicas y laborales) para todos y que el juego público se mantenga entre el público con la ilusión que le corresponde. Deseo que nuestro juego no lo demonicen y que se haga el trabajo de darle el valor que le corresponde.
FRENTE AL ESPEJO
Una ciudad para vivir: Vivo en Gijón y me encanta, pero es que estoy enamorado de Málaga desde que lo conocí en el 2020. Una especie de amor a primera vista.
Y para visitar: Múnich
¿Color favorito?: Azul marino
Número de la suerte: 7, por decir alguno.
Vaticinio: ¿En qué acabará ‘El Gordo’?: Acabará en par, en 4.
Una película: ‘En el nombre del padre’, de Jim Sheridan. Me dejó impresionado desde la primera escena.
Una canción: Me encanta la música y me considero bastante fácil. Para mí, toda la música tiene su momento pero una vez escuché que las mejores canciones son aquellas que escuchas y escuchas y nunca te cansas de ellas. A mí me pasa eso con Losing my religion de R.E.M, pero eso no quiere decir que sea mi canción favorita. Se me ocurren mil más.
La tortilla, ¿con o sin cebolla?: Soy de la tribu ‘since’. Creo que la cebolla estropea a la tortilla.
¿Te gusta el deporte? Sí, me gusta mantenerme en forma, pero no siempre lo consigo. Soy facilón y siempre acabo cayendo en otras tentaciones.
¿Practicas? Me gusta hacer deporte pero no lo practico de manera “entregada”. Eso sí, cada semana procuro vestirme un par de veces “de corto”.
Equipo favorito: Hablando de fútbol, el Sporting de Gijón, evidentemente. Un equipo de sufridores, pero que en el fondo nos ilusiona que es algo parecido a lo que ocurre en nuestro gremio.
A favor o en contra del seleccionador español Luis Enrique: Completamente a favor pero no porque hayamos nacido en la misma ciudad. Me hace mucha gracia cuando la gente se ofende por las cosas que dice. Me encanta su sentido del humor y me parece muy inteligente. ¿Deportivamente?: no me considero quién como para juzgar su trabajo, pero los resultados yo diría que le avalan.