“Es curioso observar los hábitos de los clientes y me gratifica la ilusión con la que vienen y se van, con el décimo en la mano”

Entrevistamos a Pilar Celma Casanova, de la Administración de Loterías nº 1 de Pina de Ebro (Zaragoza), quien nos habla de su recién estrenada experiencia como lotera.

Cuéntanos, ¿cuándo comenzaste tu andadura como propietaria de una administración de lotería?

La anterior propietaria se jubilaba y puso en venta la administración. Nunca antes había pensado en ello, pero en ese momento, me interesó. Me informé y comenzó todo el proceso de papeles, llamadas, dudas. Luego llegó la pandemia y paralizó todo, obras permisos… una locura. Y por fin, a finales de junio de 2020 pude abrir la administración.

¿A qué te dedicabas antes?

Durante 25 años tuve una joyería y en el mismo local está ahora la administración.

¿Por qué te decidiste a abrir tu propia administración?

Después de tantos años trabajando en el sector de la joyería, creí que una administración sería más rentable. Lamentablemente en este momento que vivimos todos, los negocios lo tienen muy difícil.

Estrenas administración en un momento muy complicado para los negocios y, también para los loteros. ¿Cómo ves en un futuro tu Administración a medio y largo plazo? ¿Eres optimista?

Me gustaría ser optimista, pero todo indica que va a ser una recuperación muy lenta y difícil.

¿Por qué crees que la gente mantiene la confianza en las Administraciones de Lotería?

Creo que tienen confianza en las administraciones, porque es como un rito. Las personas que juegan todas las semanas al mismo número, bien sea Lotería Nacional o juegos de la Primitiva, etc. compran un décimo o su resguardo y vuelven a alimentar su ilusión y sus sueños. Algunas personas te los cuentan y eso es muy bonito. Y lo más curioso es que a la semana siguiente vuelven a venir. Si les ha tocado algo (aunque solo sea la postura), se alegran mucho. Lo que más me gusta es ver la cara de sorpresa que ponen cuando la cantidad del premio es un poco más alta.

En estos meses, ¿has descubierto algunos hábitos de la clientela de tu población?

Es muy curioso observar a las personas, los hábitos que tienen. Unos escriben o hacen marcas en décimos, otras dicen frases, gestos, otros silban, pero lo que más me gusta es la ilusión con que vienen a comprarlos y sobre todo, con la ilusión con la que se van con el billete o décimo en la mano.

Los inicios de cualquier administración son complicados, sobre todo en cuanto a los procesos o los temas de facturación. ¿Te han surgido dudas?

He tenido muchas dudas, muchas me las han resulto los antiguos propietarios, otras desde la delegación.

Pero ha habido momentos que me he dado cuenta de algún error después de cometerlo, ya que no sabía o no recordaba que me lo habían explicado.

Creo que es mucha responsabilidad la que tenemos, sobre todo la temporada de navidad. Yo no estaba preparada para eso y hubo momentos que me sentí agobiada y sí que tuve mucho miedo a equivocarme. Afortunadamente, todo salió bien.

¿Has recibido ayuda por parte del colectivo?

Llevo muy pocos días en la asociación, pero desde el primer momento me ayudaron.

¿Por qué eres socia de ANAPAL? ¿Qué ventajas te ofrece?

Sobre todo, por ayuda e información y no sentir que estoy sola en esto.

Si tuvieras al presidente de SELAE cara a cara, ¿Qué le dirías?

Desde mi propia experiencia, le diría dos cosas: la primera, que me he dado cuenta de que los jueves, la gente joven, juegan a la Primitiva, Bonoloto… Pero apenas juegan a la Lotería Nacional ni jueves ni sábado. No sé por qué, se podría, de alguna manera despertarles la ilusión por la Lotería Nacional.

Por último, muchas personas se quejan de que hay muchos sorteos extraordinarios de 15 euros el décimo. Creo que deberían pensar en las personas en estos momentos tan difíciles y que la economía no pasa por su mejor momento.

¿Tu deseo para el año?

Me gustaría que se solucione lo antes posible la situación en la que nos encontramos mundialmente con la pandemia. Hoy en día es mi principal deseo.

*Entrevista publicada en el Boletín nº 71